¿Ya hueles los chocolates y las flores? ¿Ya sientes la miel en el aire? Pues sí, y es que en apenas un par de días llegará la época más cursi del año. Pero si no sabes las claves para tener una historia de amor inolvidable, no te preocupes, que sé dónde puedes encontrar la respuesta. Aquí te traigo 4 consejos valiosos de los libros para pasar un buen San Valentín (y no morir en el intento). ¡Toma nota con pluma rosa!
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1. ¡Aguas con los fuckboys!
Ohh sí, todos conocemos al menos a un fuckboy, uno de esos sujetos que juega con los sentimientos de las mujeres con tal de tener sexo u otra cosa de ellas. Y aunque ahora tienen un nombre muy moderno, la verdad es que es un concepto de mucho tiempo atrás. Sino, pregúntale a Julieta, que a sus dulces 13 añitos se tuvo que enamorar de Romeo, un sujeto que apenas una semana antes estuvo detrás de su prima. Y mira cómo terminó eso.
Así que si esto te suena a tu caso, y el fuckboy en tu vida decide buscarte en San Valentín, ¡huye!
2. Un clavo no saca otro clavo
Tu crush de repente te acepta salir en San Valentín y tú feliz de la vida. Pero ¡zaz! resulta que hace poco rompió con su pareja anterior. ¿Y entonces qué haces? Bueno, si tienes duda, sólo recuerda la cita que tuvo Harry Potter con Cho Chang en La órden del fénix. En ese capítulo, la parejita se iba a la casa de té de Madame Tudipié en Hogsmeade para San Valentín. Sin embargo, lo que pudo ser el inicio del romance tan esperado por nuestro protagonista, acabó en lágrimas y gritos porque la chica aún no superaba la muerte de su novio anterior, Cedric Diggory.
Una lección invaluable para todos nosotros: nunca salgas con alguien que aún no supera a su ex.
3. Si se te aparece en todas partes, ¡no es amor!
Es uno de los clichés de género de romance que más hacen suspirar. Por ejemplo, cuando Edward llega “de sorpresa” a rescatar a Bella de unos rufianes en Crepúsculo. Así, a muchas mujeres nos han hecho sentir que si un hombre nos sigue a todos lados es porque le interesamos y nos ama. Peeeero… ¿es amor u obsesión? Porque si lo vemos mejor, no importa que ese alguien especial esté más bueno que el pan, no es nada romántico que te esté vigilando todo el tiempo, ¡hasta cuando duermes!
4. Confiésate, ¡pero no te pases!
Las confesiones de amor son un clásico de esta fecha. Pero consejito directo de los libros para tu declaración de San Valentín, ¡no digas No seas como el Sr. Darcy, que cuando se le declaró a Elizabeth Benett la primera vez no se contuvo de insultarla y a toda su familia de paso. No nos sorprende que la mujer lo haya mandado por un tubo. Así que ya sabes, menos es más, y nunca mejor dicho que en el amor.