Es un hecho que tragedias, como la matanza del 68, nunca desaparecen. Permanecen en la memoria colectiva como una cicatriz, una advertencia, una rabia que no se apaga sin importar la distancia en el tiempo. Y no existe mejor sostén para el recuerdo que el arte y la literatura. Por eso, hoy les traigo una lista de libros sobre el 2 de octubre de 1968 imperdibles para entender mejor los hechos que llevaron a esa terrible noche en Tlatelolco.
1. Los días y los años de Luis González Alba
Empezamos con el testimonio de uno de los líderes principales del movimiento, Luis González Alba, a quien arrestaron el 2 de octubre y metieron en la prisión de Lecumberri hasta 1971. Al salir, llevaba consigo un manuscrito con su historia, relatando el movimiento desde una visión personal que refleja el ánimo colectivo de ese entonces, al igual que sus años como prisionero.
“—Por todo el centro de la ciudad se veían personas golpeadas —dice el de la prepa— y grupos de granaderos que irrumpían en los lugares donde pudiera haber estudiantes escondidos.”
Cita de Los días y los años
2. La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska
Es, quizás, el compendio más famoso de testimonios de estudiantes, familiares, vecinos, profesores y muchos más, sobre los hechos que culminaron en Tlatelolco. Refleja, de manera cronológica, la montaña rusa de ánimos que impregnaron a la sociedad en ese entonces. Cuenta también con fotografías tomadas por los medios, demostrando sin censura la brutalidad de esa noche.
“Todo esto en la noche, en la madrugada, Tlatelolco, madres queriendo saber, sin entender la pesadilla, sin querer aceptar nada, buscando como animales brutalmente heridos a la cría: “Señor, ¿dónde está mi hijo? ¿A dónde se los han llevado?” Y finalmente suplicando: “Por favor señor, se lo rogamos dénos siquiera una seña, un indicio, díganos algo…”
Testimonio de Isabel Sperry de Barraza, en La noche de Tlatelolco
3. La plaza de Luis Spota
Cerramos la lista con esta novela controversial. En ella, un hombre secuestra a un funcionario clave en la masacre, luego de perder a su hija el 2 de octubre. Así, Spota dio voz al enorme rencor de las personas comunes tras la tragedia. Y, por otro lado, fue de los primeros en sugerir un hecho ya conocido: el papel de la CIA en ese entonces, tanto dentro del gobierno como del movimiento (obvio, por ello atacaron hasta el cansancio al autor).
“No llore. Sea machito. Aguántese. Tráguese las lágrimas, sienta lo que está pasando, y recuérdelo para cobrárselo al que tenga que pagarlo.”
Cita de La plaza
En México, parece que las tragedias se repiten como en ciclo. A 55 años de la matanza de Tlatelolco, el gobierno volvió a tomar represalias contra estudiantes. Puedes leer más aquí.
¡El 2 de octubre no se olvida!