”LA ÚNICA DIFERENCIA ENTRE UN LOCO Y YO, ES QUE EL LOCO CREE QUE NO LO ESTÁ, MIENTRAS YO SÉ QUE LO ESTOY”. – SALVADOR DALÍ
Seguramente, has escuchado muchísimo y por diferentes lados el tan recordado e icónico nombre de Salvador Dalí. Conocido como una de las figuras más relevantes de la historia del arte, Salvador Dalí fue un extraordinario pintor de origen español que se convirtió en el máximo representante del arte surrealista gracias a sus excéntricas obras y a su personalidad, y hoy, 11 de mayo, se cumplen 118 largos años del nacimiento de uno de los artistas más eclécticos y emblemáticos de España, ¡y del mundo entero! Porque, no sólo era pintor, ¿sabías? También, era escultor, grabador, escenógrafo, ¡incluso escritor!
Su nombre completo era Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, y nació en Figueras, España, un 11 de mayo de 1904, falleciendo un 23 de enero de 1989 a causa de un paro cardiorrespiratorio. Salvador Dalí tenía un estilo personal y muy extravagante, ¡que se distinguía de inmediato de todos los demás! Y siendo el máximo exponente del Surrealismo y del arte contemporáneo, con sus imágenes oníricas que nos hacen soñar y encender por completo nuestra imaginación, es momento de recordar a este gran artista que, con simplemente un estuche de pinturas y una superficie plana y vacía, ¡podía crear mundos extraídos de los rincones más oscuros, sigilosos y remotos de nuestro subconsciente!
Seguro que sí has oído hablar de él o logras identificar alguna de sus excéntricas obras, pero, en realidad, ¿qué tanto sabes de él? ¿Tienes idea de cómo surgió su estrambótica pasión por reflejar alucinantes imágenes a través de la pintura? Mira, no pienso aburrirte con una clase de Historia del Arte, de esas que tanto te chocaban en la escuela; mejor, para que comprendas de una manera más rápida y sencilla quién fue Salvador Dalí y cómo se adentró en los universos distópicos para plasmarlos con distintos pigmentos… ¡Te contaré un cuento! ¡Presta mucha atención! ¡Te pediré un resumen!
ÉRASE UNA VEZ… ¡LA PECULIAR VIDA DEL RETRATISTA DEL BIGOTE IMAGINARIO!
Una vez, hace muchísimo tiempo, en una pequeña ciudad donde el sol iluminaba todos los días las coloridas casas, nació un niño llamado Salvador, el cual, nació después de unos meses de que uno de sus hermanos, también llamado Salvador, había fallecido. El pequeño Salvador, desde su nacimiento, se destacó del resto, pues su familia consideraba que él era diferente a los demás niños, ya que parecía que vivía dentro de su imaginación, por lo que sus padres lo sobreprotegían y lo mimaban demasiado. ¡Se volvió el consentido de quien le cumplían todos sus caprichos!
Durante las vacaciones, toda la familia iba a descansar a la residencia de verano que tenían en Cadaqués, un pueblo muy cerca de Figueras, el pueblo natal de Salvador. Al pequeño niño le fascinaba ir a esa casa, ¡lo disfrutaba demasiado!, pues se sentía más libre, más relajado y alejado de la realidad, y observando los paisajes de verano, combinándolos con todo lo que imaginaba las 24 horas del día, fue que surgió su necesidad por retratar esa combinación de lo que veía con lo que imaginaba, como si fuera una máquina de inteligencia artificial, creadora de imágenes reales e irreales.
Entonces, cada que iban a Cadaqués, Salvador podía dedicar más tiempo a manifestar esa fuerte necesidad, refugiándose en la manipulación de colores sólidos, más conocido como LA PINTURA. 🎨🖌️🖼️
– ¡Quiero pintar! ¡Ahoraaaaa! – gritaba todo el tiempo.
– ¡No es hora de pintar, Salvador! ¡Es hora de comer! – decía su madre, desesperada, pero, al momento de ver lo que Salvador dibujaba en las servilletas de la comida, no pudo evitar sorprenderse y decir:
– ¡Vaya! ¡Pero qué bien dibujas, Salvador! – le dijo Felipa, su madre.
Ese momento fue tan importante que, cuando creció y se convirtió en un solitario pero muy talentoso joven, muy animado por sus padres, Salvador comenzó a dar clases de dibujo.
Era muy feliz dibujando, pintando y enseñándole a otros lo que era crear imágenes sacadas de sus propias mentes. Pero, un día, Salvador salió a pasear a un campo a inspirarse para un nuevo retrato, cuando de repente, ¡un pequeño saltamontes saltó a su lado!
– ¡Ayyyyy! ¡Ayyyyy! – gritó muerto de miedo, y salió corriendo entre las hierbas.
Al correr, comenzaron a salir saltamontes de todos lados, ¡como si se tratara de una pesadilla de la que despiertas con taquicardia! Y eso, lo asustó tanto, que entró en un fuerte ataque de pánico. Le asustaban y le desagradaban tanto los insectos, que ese episodio lo marcó durante toda su vida y, por eso, después, empezó a pintar saltamontes, moscas y hormigas en sus cuadros. ¿Recuerdas lo que te dije de que extraía mundos de nuestro subconsciente? ¿Sabías que ahí viven las peores y más sombrías fobias que tenemos? ¡Pues eso era lo que retrataba!
Un día en la escuela, sus compañeros le tiraron encima insectos muertos a Salvador Dalí. Esto le traumó tanto, que hizo que surgiera su miedo profundo a los insectos, el cual, representa en su cuadro ”El Torero Alucinógeno”, un conjunto de pasiones, deseos, desagrados y temores.
Tiempo después, la madre de Salvador murió de un cáncer de pecho, y él quedó totalmente desolado. Su padre insistía para que estudiara, pero Salvador sólo pensaba en pintar, pintar y pintar, como si la pintura se hubiera apoderado por completo de él, y eso hizo que la relación con su padre no fuera muy buena, pero, a pesar de todo, ¡su padre organizó su primera exposición de dibujos!
Salvador Dalí junto a su hermana, Ana María Dalí, y su padre, Salvador Dalí i Cusí.
Más tarde, Salvador empezó a ir a la Escuela de Pintura de San Fernando, en Madrid, y en la residencia de estudiantes donde vivía, hizo una profunda amistad con el poeta y escritor Federico García Lorca, al que, posteriormente, retrató, porque, acá entre nos, ¡esos 2 se atraían hasta los huesos! Y también conoció al famoso director de cine Luis Buñuel, a quien ayudó en algunas de sus películas.
Los 3 se volvieron inseparables y, en esa época, Salvador empezaba a vestir de manera extravagante y a ser conocido por su manera de ser: Excéntrico, provocativo, arrogante, ¡y loco! ¡Eran sus inicios como el retratista del bigote imaginario!
Dato curioso: ¿Sabías que a Salvador Dalí lo expulsaron de esta escuela por insultar a un profesor en su examen de graduación?
Salvador Dalí, Federico García Lorca y Luis Buñuel.
A Salvador le encantaba retratar a personas que apreciaba demasiado, por lo que, un día, en 1925, pintó el cuadro ”La Muchacha en la Ventana”, retratando a su hermana, Ana María Dalí, contemplando el mar de Cadaqués, el pueblo a donde él amaba ir para pintar. Hoy en día, este cuadro se conserva en el Museo Reina Sofía de Madrid, España. ¡Es de lo más bonito!
Después de un tiempo de inactividad, Salvador se fue a vivir a París, donde visitó el museo de ”Louvre” y conoció a los pintores Pablo Picasso y Joan Miró. En ese tiempo, empezó a estudiar el movimiento de los objetos y sus distintos ángulos, e interpretó con imágenes el subconsciente, la realidad y la percepción, convirtiéndose, en ese momento, ¡en el genio de la pintura SURREALISTA!
Su primer trabajo en este estilo surrealista, fue ”Aparato y mano”. Si te das cuenta, es una obra que revela un inconsciente alucinatorio y una psique anormal, con imágenes fantasmales de figuras femeninas desnudas, torsos y análogos de partes del cuerpo humano puestos en un fuerte color azul con paisaje acuoso. Una pieza que representa la fragilidad del sueño.
¿Estás de acuerdo que, algo así, viviría en tu subconsciente junto a tus peores fobias? ¿Qué harías si vieras esto en medio de un camino callado y solitario que tienes que cruzar para llegar a tu destino?
Ahí te va una obra del retratista del bigote imaginario que seguramente sí ubicas perfecto. Una mañana de 1931, Salvador se puso a pintar un cuadro de relojes al que llamó ”La Persistencia de la Memoria”, en el que los relojes eran blandos, como de gelatina, y se derretían esparcidos por todas partes.
Con esta pintura, Salvador decidió alejarse de la realidad física en favor de la realidad mental, mezclando la alucinación y el sueño, sacando a la luz lo completamente irracional. Hoy en día, esta obra es de las más famosas e icónicas de Salvador, y se en encuentra en el museo MoMA de Nueva York.
Después, en un salón de baile, Salvador conoció al amor de su vida, Gala Éluard, de quien se enamoró profundamente. Se flecharon tanto, que ella terminó abandonando a su marido de aquel entonces y se fue a vivir felizmente con Salvador. A partir de entonces, ella le sirvió de modelo para sus retratos por el resto de su vida. ♥️
Fue su musa y, fue a partir de ahí que, el erotismo, ¡empezó a ser parte de sus obras! Es que Gala… Gala era única, fue más que una musa para Salvador. Ella despertaba cientos de emociones y sensaciones fuera de lo común dentro de Salvador Dalí. ¡Fue lo mejor que pudo haberle pasado! 🖤🤍
Dato curioso: En una entrevista con el periodista español Lluís Permanyer, Salvador recordó el primer beso de amor que le dio a Gala, un beso que terminó por darle rienda suelta a su amor. 👄♥️ Describió ese primer acercamiento con las siguientes palabras:
“Besé sus labios que se entreabrieron. No había besado así, profundamente, e ignoraba que pudiera hacerse. De un sólo impulso, todos mis parsifales eróticos despertaron bajo las sacudidas del deseo en mi carne durante tanto tiempo tiranizada”. 🥺😍
Durante la Segunda Guerra Mundial, Salvador y Gala se fueron a vivir a Estados Unidos, y entonces, para imitar al pintor Diego Velázquez, a quien admiraba muchísimo, él se dejó un largo y fino bigote, al que le sacaba muchísimo partido; con él, consiguió tanta publicidad y reconocimiento, que Salvador terminó siendo portada de revistas con famosos del mundo de la cultura y del cine, como Walt Disney y Alfred Hitchcock, con los que realizó diversos cortometrajes.
En ese momento, Salvador publicó su autobiografía: ”La Vida Secreta de Salvador Dalí”, y fue que el retratista del bigote imaginario, ¡se volvió todo un ídolo mundial!
Para que ubiques más de nuestro personaje protagonista, ¡he aquí algunas de sus obras más famosas! ¿Cuál es la que más te agrada? ¿Sigues pensando que esos seres pueden ser extraídos de tu subconsciente?
¿Te causan algún tipo de incomodidad? ESTO ES SALVADOR DALÍ: ¡EL RETRATISTA DEL BIGOTE IMAGINARIO!
La mayoría de sus pinturas, como éstas, representan motivos apocalípticos con toda clase de facetas psicológicas relacionadas con política, guerra, la mujer y el hombre; tentaciones de fama, sexo, riquezas y poder, junto con una impresionante armonía entre los colores y las figuras, y representaciones de cómo nuestro subconsciente puede reflejar sucesos externos en las imágenes creadas mientras dormimos.
Este cuento está por finalizar. Cuando Salvador y Gala regresaron a vivir a España, durante la dictadura de Franco, él rodó películas, escribió manuscritos, esculpió joyas, inauguró el Teatro-Museo Dalí de Figueras y, claro, ¡continuó pintando! De hecho, comenzó a hacer cuadros estrellando huevos con pintura contra un lienzo, aumentando así, ¡su fama de estar loco!
”Niño Geopolítico Observando el Nacimiento del Nuevo Hombre”, obra de Salvador Dalí hecha entre 1940 y 1948, ¡y es como si hubiera sido sacada de una pesadilla de H.P. Lovecraft!
Finalmente, ocurrió algo terrible. Salvador y Gala permanecieron en España hasta sus últimos días, pero, en 1982, Gala, la gran y única mujer amada de Salvador Dalí, murió siendo víctima de una rotura de fémur de la que nunca se recuperó. 😢 A pesar de que esto entristeció terriblemente a Salvador, este último periodo de su vida y su trabajo artístico estuvieron especialmente relacionados con la ciencia, la religión y otras actividades creativas.
Y entonces, él se fue a vivir al castillo de Púbol (Gerona), donde hizo sus últimas obras. Poco después, cuando se quemó el castillo, se instaló en la Torre Galatea en Figueras, donde murió a la edad de 84 años por un paro cardiorrespiratorio, consecuencia de que su salud se vio deteriorada tras la muerte de Gala por la gran depresión que le causó. Te digo, ¡la amaba demasiadooooo! ¡Como nunca te podrías imaginar que se puede amar a alguien!
Dato curioso: ¿Sabías que el cuerpo de Salvador Dalí fue enterrado en su propio teatro que él inauguró, en Figueres?
Hemos llegado al final de este cuento. ¿Aprendiste algo? ¿Te gustó? Dejando su vida aparte, Salvador Dalí fue un artista indiscutible, un genio estrafalario del que su legado no pasará NUNCA inadvertido, y no podemos más que maravillarnos con la perfección técnica y el imaginativo contenido de su arte. 😃🤩
Era un pintor genial, aunque, muchas veces, fue más reconocido más por sus excentricidades que por su arte. Pero, realmente, lo importante era aprender a ver sus excentricidades, ¡EN SU ARTE! Con un detallismo minucioso, mostrando un mundo inconsciente, hacen de él, ¡el más grande pintor de sueños y delirios distópicos!
Salvador Dalí inventó, entre otras cosas, el método paranoico-critico, con sus dobles imágenes, para estimular la creatividad, como por ejemplo, mirar fijamente a un objeto hasta que se transformara en otra forma, justo lo que podemos ver en la mayoría de sus insólitas creaciones. Pintó más de 1,500 obras de arte, sin contar decorados, fotografías, colaboraciones y pequeñas esculturas que hoy en día no pueden más que considerarse como ARTE.
Más allá de una disciplina, para Salvador Dalí el arte era una forma de expresar su propia personalidad excéntrica y poco convencional, lo cual, le ayudó a sobresalir dentro del resto de los artistas surrealistas de la época. Por eso y más, Salvador Dalí, donde quiera que estés, ¡FELICES 119 AÑOS DE SEGUIR CAPTURANDO NUESTROS MÁS LUNÁTICOS SUEÑOS PERDIDOS!